¿Cuánto cuesta mantener un vehículo eléctrico en 2025?

¿Cuánto cuesta mantener un vehículo eléctrico en 2025?

El auge de los coches eléctricos en España no hace más que crecer y, ante la inminente llegada de 2025, es lógico que muchos conductores se pregunten cuánto cuesta realmente mantener un vehículo eléctrico. Más allá del precio de compra, el coste de uso y mantenimiento es un factor clave a la hora de decidirse por dar el salto a la movilidad eléctrica.

Coste de la recarga: ¿Cuánto pagas por cargar tu coche eléctrico?

Uno de los grandes atractivos de los vehículos eléctricos es el ahorro en combustible. Mientras que llenar el depósito de un coche de gasolina o diésel sigue subiendo, la electricidad mantiene, en general, precios más estables. En 2025, el precio medio de la electricidad para uso doméstico en España ronda los 0,25 €/kWh en horario valle y puede subir en horas punta. Cargar un coche eléctrico con una batería de 50 kWh en casa costaría unos 12,5 euros si la recarga es completa y se hace en horario económico.

Si optas por puntos de carga públicos, los precios son algo más elevados y varían según la empresa y el tipo de carga (lenta, semi-rápida o rápida). Por ejemplo, una recarga rápida puede superar los 0,50 €/kWh, por lo que cargar la misma batería de 50 kWh podría llegar a costar 25 euros. No obstante, la mayoría de los usuarios realiza la mayor parte de las recargas en casa, donde el coste es sensiblemente inferior.

Mantenimiento: ¿Realmente es más barato que un coche de combustión?

El mantenimiento de un vehículo eléctrico es mucho más sencillo y económico que el de un coche tradicional. Los eléctricos prescinden de muchas piezas que suelen dar problemas, como el embrague, el sistema de escape o el cambio de aceite. Así, las revisiones periódicas suelen ser más asequibles y menos frecuentes.

En 2025, el coste medio de una revisión anual para un coche eléctrico en un taller especializado puede situarse entre los 80 y 120 euros, frente a los 150-300 euros habituales de los vehículos de combustión. Los componentes que más atención requieren son el sistema de frenos (que gracias a la frenada regenerativa sufre menos desgaste), los neumáticos, los filtros del habitáculo y, por supuesto, el estado de la batería.

Vida útil y coste de la batería

La batería es el “corazón” del vehículo eléctrico y, a la vez, el componente más caro. A día de hoy, la mayoría de fabricantes ofrecen garantías de entre 8 y 10 años o 160.000-200.000 km para la batería. En 2025, gracias a los avances tecnológicos, las baterías son más resistentes y con menor degradación, aunque su reemplazo sigue siendo una intervención costosa, con precios que pueden oscilar entre los 5.000 y 10.000 euros según el modelo.

La buena noticia es que la mayoría de usuarios no necesitarán cambiar la batería durante toda la vida útil del coche, y cuando llegue el momento, existen opciones de reacondicionamiento o reciclaje que abaratan la factura final.

Impuestos, ITV y seguro: ¿Hay ventajas en 2025?

Los vehículos eléctricos siguen contando con importantes ventajas fiscales. Muchos municipios españoles ofrecen exención o bonificaciones de hasta el 75% en el Impuesto de Circulación (IVTM). Por otro lado, la ITV para un eléctrico es similar en coste a la de un coche tradicional, aunque la inspección es algo más sencilla al tener menos partes móviles.

En cuanto al seguro, el precio en 2025 es comparable al de un coche convencional, aunque algunas aseguradoras ofrecen pólizas específicas para coches eléctricos con coberturas adicionales, como asistencia por descarga de batería.

Otros gastos a tener en cuenta

No hay que olvidar posibles gastos asociados como la instalación de un punto de recarga en casa, que en 2025 ronda los 800-1.200 euros, aunque todavía existen ayudas y subvenciones (como el Plan MOVES) que pueden cubrir hasta el 70% del coste de la instalación.

Además, el coste de aparcar en zonas reguladas suele ser inferior, e incluso gratuito, para coches eléctricos en muchas ciudades.

Comparativa del gasto anual entre eléctrico y combustión

Para ponerlo en perspectiva, un conductor medio que haga 15.000 km al año gastará en electricidad unos 300-400 euros, frente a los más de 1.200 euros anuales en gasolina o diésel. Sumando el mantenimiento, revisiones y otros costes, el ahorro anual puede superar los 1.000 euros, sin contar con las posibles ventajas fiscales adicionales.

¿Merece la pena un coche eléctrico en 2025?

La respuesta depende de tu perfil de conductor y tus necesidades. Si tienes posibilidad de cargar en casa, haces la mayoría de tus trayectos en ciudad o áreas metropolitanas y buscas un coche con bajo coste de mantenimiento, la opción eléctrica es cada vez más interesante. A pesar de que la inversión inicial puede ser elevada, el ahorro a medio y largo plazo es notable.

En definitiva, mantener un vehículo eléctrico en 2025 supone un desembolso menor año a año respecto a los coches de combustión, especialmente por el bajo coste de la recarga y el mantenimiento reducido. El futuro de la movilidad en España es claramente eléctrico, y cada vez es más fácil y económico sumarse al cambio.

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